Sergio Mendoza
Psicoterapeuta
Cédula
9964421
Atención
Presencial y en línea
Desde siempre he tenido esa mezcla incómoda de curiosidad insaciable y cero tolerancia a las respuestas fáciles. No me bastaba con el «así son las cosas», porque, adelanto: casi nunca lo son. Mientras otros solo querían saber las reglas del juego, yo quería entender quién las inventó y por qué seguimos jugándolo como si no tuviéramos opción.
Mi historia con la psicología no empezó en un consultorio, ni con una escena de película donde todo cobra sentido de pronto. Fue más simple y más honesto: en prepa, una clase de psicología me llamo la atención y de ahí me fui interesando cada vez más. Me encontré queriendo entender por qué pensamos lo que pensamos, hacemos lo que hacemos, y nos saboteamos con una maestría que la quisiera cualquier enemigo. Ahí empezó el viaje.
Con los años confirmé lo que ya intuía: cambiar no es fácil. Pero tampoco imposible. Con las herramientas adecuadas, puede ser el principio de algo que no sabías que necesitabas. Por eso me especialicé en Terapia Breve de Resolución de Problemas en el Brief Therapy Center. Porque me gustan los enfoques que no se quedan a vivir en la teoría, sino que se meten de lleno al problema, contigo y sin rodeos.
¿Mi obsesión? El cambio. No como discurso motivacional, sino como práctica diaria, como músculo que se entrena. En mi trabajo, en mi vida personal, incluso en cómo decido enfrentar mis propios problemas. Siempre con la misma pregunta rondando: ¿Qué tengo que hacer para que esto deje de estar estancado y empiece a avanzar de una vez?
Y como no creo en las fórmulas mágicas ni en el «ya lo sé todo», sigo formándome, estudiando, cuestionando lo que ya sé para hacerlo mejor. Porque si vas a confiar en mí, mínimo esperas que llegue bien preparado, ¿verdad?
Mi objetivo es claro: que descubras que cambiar no solo es posible… es tu derecho.
Psicoterapeuta
Sergio Mendoza
Desde siempre he tenido esa mezcla incómoda de curiosidad insaciable y cero tolerancia a las respuestas fáciles. No me bastaba con el «así son las cosas», porque, adelanto: casi nunca lo son. Mientras otros solo querían saber las reglas del juego, yo quería entender quién las inventó y por qué seguimos jugándolo como si no tuviéramos opción.
Mi historia con la psicología no empezó en un consultorio, ni con una escena de película donde todo cobra sentido de pronto. Fue más simple y más honesto: en prepa, una clase de psicología me llamo la atención y de ahí me fui interesando cada vez más. Me encontré queriendo entender por qué pensamos lo que pensamos, hacemos lo que hacemos, y nos saboteamos con una maestría que la quisiera cualquier enemigo. Ahí empezó el viaje.
Con los años confirmé lo que ya intuía: cambiar no es fácil. Pero tampoco imposible. Con las herramientas adecuadas, puede ser el principio de algo que no sabías que necesitabas. Por eso me especialicé en Terapia Breve de Resolución de Problemas en el Brief Therapy Center. Porque me gustan los enfoques que no se quedan a vivir en la teoría, sino que se meten de lleno al problema, contigo y sin rodeos.
¿Mi obsesión? El cambio. No como discurso motivacional, sino como práctica diaria, como músculo que se entrena. En mi trabajo, en mi vida personal, incluso en cómo decido enfrentar mis propios problemas. Siempre con la misma pregunta rondando: ¿Qué tengo que hacer para que esto deje de estar estancado y empiece a avanzar de una vez?
Y como no creo en las fórmulas mágicas ni en el «ya lo sé todo», sigo formándome, estudiando, cuestionando lo que ya sé para hacerlo mejor. Porque si vas a confiar en mí, mínimo esperas que llegue bien preparado, ¿verdad?
Mi objetivo es claro: que descubras que cambiar no solo es posible… es tu derecho.